jueves, 2 de abril de 2020

ANTE TODO, HUMANIDAD




El desgarrador testimonio de una enfermera tras la muerte de un paciente: «No será un número más»

Una sanitaria relata las últimas horas de vida de un hombre de 75 años y el impacto emocional de su pérdida
ABC SANTIAGO Actualizado:01/04/2020 

«Me he despedido con una pequeña caricia de mi doble par de guantes sobre su frente». El testimonio de una enfermera que da cuenta de la muerte de un paciente de 75 años, hipertenso y diabético, cuya vida ha arrebatado la pandemia de coronavirus, da una buena medida del impacto psicológico y emocional que tienen que afrontar los profesionales sanitarios. Una carga que se suma a las largas horas de lucha, a menudo denodada, para frenar la sangría de muertes que deja a su paso el Covid-19.

La enfermera anónima parafrasea a Miguel Delibes para titular «Cinco horas con Mario» su homenaje y recuerdo a este paciente, que así se llamaba, a través de una entrada en el blog Enfermeiras en loita (Enfermeras en lucha). El anciano, como tantos, llevaba una vida normal para su edad hasta que, hace una semana y media, notó las señales clásicas de alarma: sensación de falta de aire, tos y temperatura más elevada de lo normal.
Los días de Mario en el hospital han sido duros, con «la soledad del aislamiento» y el contacto físico «reducido a los contactos que tiene a diario con el personal sanitario y no sanitario». Momentos «breves». «Mis accesos a la habitación, aun queriéndolo, deben ser los justos para evitar nuestra exposición», relata la enfermera rememorando las jornadas de cuidados.
«Son casi las doce de la mañana y la vida de Mario pende de un hilo», narra la enfermera. «Hay que tomar la decisión más difícil y dura: ¿se sigue adelante con lo imposible o lo dejamos ya y hacemos que sea lo más cómodo posible para él?».

La narradora de esta historia no elude la primera persona para revelar sus sentimientos y compartir el golpe emocional que ha sufrido. Profesional, sí, pero primero, persona.



«Han sido varios días junto a él, varios días en los que he tenido la suerte de conocer su persona, varios días de risas y bromas cuando estaba permitido, varios días de soledad junto a él, pero éste último día, el de la despedida en la que sólo estábamos él y yo ha sido especialmente duro».
«Han sido cinco horas con Mario hasta que no ha podido más. Su muerte ha hecho aumentar las tristes estadísticas de damnificados por el Covid-19, pero para mí no será un número más. Para mí siempre será Mario», concluye el desgarrador testimonio. Por desgracia, tan duro como otros que los profesionales sanitarios, sin compartirlos, guardan en su interior. Y que difícilmente podrán olvidar cuando todo pase.


miércoles, 1 de abril de 2020

HOMENAJE "THE NEW YORKER"


La icónica revista The New Yorker dedica la ilustración de su última portada, a cargo de Chris Ware, a quienes han sido calificados como los héroes de la pandemia del
coronavirus, el personal médico,  con un diseño que pone de manifiesto que este sector de  la sociedad, tan expuesto a la enfermedad, también tiene familia e hijos.


lunes, 30 de marzo de 2020

ARTÍCULO DE PRENSA


La cara oscura de los aplausos: no todos están de acuerdo

Muchos se quejan de las “verbenas” que se organizan desde los balcones

00:17
01:06

Última actualización:30-03-2020 |
Aplausos a diario a las ocho de la tarde en toda España para los sanitarios. Día tras día desde el pasado 14 de marzo, los balcones y ventanas se llenan de gente que agradece así la labor de los sanitarios en esta pandemia del coronavirus. Una iniciativa que ha emocionado a la mayoría y que se ha convertido en rutina en los hogares confinados.
Pero, no todo el mundo comparte esta emoción. No tanto por los cinco minutos de aplausos, sino por todo lo que viene después. Hay quien aprovecha para dar un concierto (no siempre con talento), por conversar a gritos con el vecino de enfrente, con montar fiestas desde los balcones /o poner música a todo volumen.

 Sin pensar, critican desde las redes, en el descanso de aquellos precisamente a los que se aplauden y de todos los que trabajan a turnos (policías, bomberos, trabajadores de hospitales, repartidores, transportistas, la lista es larga). Sin pensar en los enfermos que están en la cama. Sin pensar en aquellas personas a las que el ruido empeora sus cuadros de ansiedad ya agravada por la situación y por el confinamiento, sin pensar en aquellos especialmente sensibles con los ruidos...Y es que no, nunca llueve a gusto de todos.
Eso sin contar que un gesto que nació solidario se ha convertido en algunos lugares en casi obligatorio o en objeto de división entre vecinos que atacan y juzgan a aquellos que no salen a aplaudir. Una más que añadir a lo que ya se está llamando la “gestapo de los balcones”, con vecinos increpando y hasta denunciando a los que circulan por las calles. Ya se sabe que en tiempos de crisis, en situaciones extremas, sale lo mejor, pero también lo peor de cada uno.


TRABAJADORES ESENCIALES


jueves, 26 de marzo de 2020

MADRID VACÍO



El Rey, en Ifema: «Este hospital es símbolo de lo que somos capaces de hacer cuando trabajamos juntos»

Don Felipe recorrió las instalaciones con mascarillas y guantes, y de forma discreta, sin avisar a los medios de comunicación





domingo, 22 de marzo de 2020

CORONAVIRUS 2020



RESISTIR ES VENCER



Una doctora con mascarilla y guantes sostiene en brazos a un bebé cual madonna renacentista, con las alas de ángel difuminadas a su espalda. Sólo que el niño, la niña, es Italia entera. Una Italia herida por el virus. La bella ilustración del artista veneciano Franco Rivolli rinde tributo a los sanitarios, los ángeles del país, y ya se ha convertido en un símbolo nacional, adoptado como imagen por la Asociación Nacional de Carabinieri.
En Italia, con una semana más de reclusión que España, la situación "a veces se hace dura", reconoce Rivolli. "Mi familia y yo estamos bien pero aún hay gente en Italia que no ha entendido la gravedad de la situación: demasiadas personas hacen running, salen a dar una vuelta o van en bicicleta cuando lo único que hay que hacer es quedarse en casa", lamenta. Precisamente con la consigna de ¡Quédate en casa!, el ilustrador valenciano Javier Parra ha creado un cartel en la tradición de los años 30 y 40. Los protagonistas: dos sanitarios con mascarilla y, detrás, la población en los balcones. "El cartelismo ha jugado un papel muy importante de concienciación social a lo largo del siglo XX.